Güemes, San Martín y un decisivo viaje hacia Orán
Por su parte Güemes, como miembro del Regimiento n° 7 de Granaderos bajo
las órdenes de San Martín, llega a Tucumán desde Buenos Aires el día 18 de
febrero. Tan solo dos días después, el 20 de febrero de 1814 San Martín lo nombra
al mando de las fuerzas de avanzada sobre el río Pasaje. Las órdenes de Güemes consisten en constituir
una línea de defensa al sur de la provincia, ante el posible avance de las
fuerzas realistas que en esos días mantenían ocupada la ciudad de Salta.
En su importante obra documental, Luis Güemes señala que San Martín esperaba en principio poder reconstituir las fuerzas del derrotado Ejército del
Norte para avanzar hacia el Alto Perú. Pero tenía pocas esperanzas de poder
llevar a cabo su tarea, ya que constató personalmente las fatales condiciones en las que recibía
las fuerzas patriotas. En los últimos días de enero escribe una carta al
Directorio señalando que se halla al frente de un ejército totalmente debilitado,
que “ha perdido su fuerza física”, y
que sufre innumerables deserciones. Sin embargo, sostiene Luis Güemes que “en el curso de la segunda quincena del
segundo mes de ese año de 1814, la situación se modificó fundamentalmente para
él (San Martín) debido a la colaboración de Güemes”[1]. ¿Cuál
fue esa “colaboración” de Güemes en febrero de 1814?¿Cómo este logró
“modificar” la situación de desánimo en la que se veía San Martín?
El historiador Vicente Fidel López (1815 – 1903) nos brinda un
importante dato acerca de esta situación, a través del testimonio que recogió del
Coronel Mariano Necochea. Este militar nacido en Buenos Aires en 1792, se
había incorporado en 1812 a los Granaderos creados por San Martín, y con el
grado de Capitán había participado en el combate de San Lorenzo (1812). A
partir de 1814 se dirigió al norte bajo las órdenes de San Martín y se sumó al Ejército
del Norte. Como testigo directo entrevistado por Fidel López, Mariano Necochea realizó
el siguiente relato: “yo mismo, he acompañado a Don José (de San Martín), como jefe de su escolta,
en una exploración que hizo con Güemes desde Salta hasta Orán, con el objeto de
determinar y fijar lo que convenía. Así es que no debe extrañarse de que
Güemes, que era muy vivo y baqueano, haya comprendido bien y realizado todas
las ideas del general” [2].
Si nos
atenemos a este testimonio[3],
y en coincidencia con la anterior mención de Luis Güemes, es probable que aquel cambio de perspectiva en San Martín esté en relación directa con esta recorrida
junto a Güemes por el
territorio salteño. San Martín desconocía totalmente el territorio donde se
habría de enfrentar a los ejércitos realistas, según el mismo expresaba a fines
de enero: "me hallo en unos países
cuyas gentes, costumbres y relaciones desconozco absolutamente y cuya situación
topográfica ignoro"[4].
Es poco probable que un militar profesional de la altura de San Martín
planificara una campaña bélica de las dimensiones que implicaba el avance de
Ejército del Norte sobre el Alto Perú, sin siquiera conocer el terreno. Parece
imprescindible pensar en un recorrido de este tipo “con el
objeto de determinar y fijar lo que convenía” respecto a un futuro avance de
las fuerzas patriotas.
Por ello podemos considerar con bastante certeza que Güemes, buen conocedor
de la tierra que lo vio crecer, le hiciera de guía en un recorrido por el
territorio en que San Martín habría de internarse con el Ejército a su mando. Al
hallarse Salta y Jujuy ocupadas por fuerzas realistas, es bastante lógico que el
camino por el cual Güemes decidiera guiar a San Martín haya sido por el rumbo este
de Jujuy y la zona baja el valle del río San Francisco, para llegar así por la
selva de Ledesma hasta la ciudad de Orán. Y aunque según el testimonio de
Necochea el recorrido culminó en Orán, es probable que la intención de Güemes
haya sido dirigirse hasta las serranías de San Andrés y desde allí cruzar por
el abra del Zenta, para poner en conocimiento de San Martín la topografía de la
estratégica quebrada de Humahuaca.
Si este viaje de Güemes y San Martín realmente se realizó, y Necochea estuvo acompañando su recorrido, fue sin duda esta la fuente que da sentido a la segunda parte de su afirmación. Como testigo directo Necochea sostiene ante Fidel López que “no debe extrañarse de que Güemes, que era muy vivo y baqueano, haya comprendido bien y realizado todas las ideas del general”. ¿A qué se refiere Necochea? ¿Cuáles eran estas “ideas del general”? Es altamente probable que en el contexto de ese viaje de Güemes y San Martín, éste último haya tomado conciencia de las enormes dificultades para realizar una campaña exitosa hacia el Alto Perú por la vía del territorio salto-jujeño. Pero al mismo tiempo su recorrido sin duda le serviría para entender que esas mismas dificultades le harían casi imposible a los ejércitos realistas avanzar con éxito hacia el sur. Es posible sostener que a partir de esas percepciones de San Martín y Güemes se hayan visto definidas en sus lineamientos básicos las acciones para llevar a cabo el “Plan Continental”: preparar un poderoso ejército para que desde Cuyo avanzara sobre territorio chileno, y desde allí por el mar, atacar en Lima el centro mismo del poder realista. A fin de que San Martín pudiera realizar esa estrategia, era imprescindible que se cerrara el paso al avance de los ejércitos realistas en el territorio salto-jujeño. Y para ello era necesario organizar a la población rural de la zona y mantener una constante guerra de “recursos”… Es decir que San Martín y Güemes planificaron rumbo a Orán ni más ni menos que la estrategia de la “guerra gaucha” en el contexto del “Plan Continental”[5]. Bien podríamos encontrar en este viaje hasta Orán los motivos por los que Luis Güemes señala que “la situación se modificó fundamentalmente para San Martín” en los últimos días de febrero de 1814. Si repasamos los hechos inmediatamente posteriores podemos encontrar allí los fundamentos de esta afirmación.
Efectivamente, en cumplimiento de las órdenes de San Martín, desde los
primeros días de marzo Güemes, en su cuartel de Rosario de la Frontera, recibe
bajo sus órdenes y organiza los escuadrones de gauchos que hasta entonces
actuaban de manera irregular en las inmediaciones de Salta, comandados por algunos
hacendados como Luis Burela, “Pachi” Gorriti y Gabino Sardina. Según una carta del
mismo San Martín al Director Supremo, el 29 de marzo Güemes sorprende con
sus tropas de “paisanos” a las fuerzas enemigas bajo el mando de Juan Saturnino
Castro en el combate del Campo de Velarde, ubicado en las afueras de Salta y
las vence rotundamente. Dice San Martín que a partir de entonces las fuerzas
realistas quedaron sitiadas en la ciudad y Castro “no se atrevió a salir por segunda vez a batirse con los intrépidos
paisanos, que manda el valeroso teniente coronel don Martín Miguel de Güemes”[6]. En
cada salida de partidas realistas en busca de recursos y alimentos hacia las
afueras de la ciudad, estas eran atacadas por las partidas de paisanos: es el
inicio de la “guerra gaucha” comandada por Güemes.
Luego de estos acontecimientos es notorio que el ánimo de San Martín
respecto a las acciones de las fuerzas patriotas es absolutamente distinto al desánimo
en que según vimos, se veía envuelto en los últimos días de enero. Luego de la
victoria de Güemes y sus gauchos sobre Castro, el 1° abril San Martín escribe una
carta al Director Supremo cargada de optimismo: “Excelentísimo señor: El plausible resultado del ataque a la brusca que
emprendió el valeroso teniente coronel don Martín Güemes el 29 del próximo
pasado a distancia de una legua de la ciudad de Salta con los paisanos y una
poca gente de armas de la avanzada de su cargo, contra una gruesa partida
enemiga de ochenta hombres al mando del perjuro coronel don Juan Saturno
Castro, me obliga a despachar por alcance a las superiores manos de vuestra
excelencia la copia del parte que acabo de recibir. Es imponderable la
intrepidez y entusiasmo con que se arroja el paisanaje sobre las partidas
enemigas sin temor del fuego de fusilería que ellas hacen. Tengo de esto
repetidos testimonios; y lo comunico a vuestra excelencia para su satisfacción”[7].
Poco más adelante, el 22 de abril San Martín dirige una carta desde
Tucumán a su amigo Nicolás Rodríguez Peña (influyente miembro del Consejo de
Estado del Director Supremo Posadas). En ella sostiene que: “La Patria no hará camino por este lado del
norte que no sea una guerra permanente defensiva, defensiva y nada más; para
eso bastan los valientes gauchos de Salta con dos escuadrones buenos de
veteranos. Pensar en otra cosa es echar al pozo de Ayron hombres y dinero. Así
es que yo no me moveré ni intentaré expedición alguna. Ya le he dicho a Ud. mi
secreto. Un ejército pequeño y bien disciplinado en Mendoza para pasar a Chile
y acabar allí con los godos, apoyando un gobierno de amigos sólido para acabar
también con los anarquistas que reinan; aliando las fuerzas pasaremos por mar a
tomar Lima; ese es el camino y no éste mi amigo. Convénzase Ud. que hasta que
estemos sobre Lima la guerra no acabará. Lo que quisiera que V.V. me dieran
cuando yo me restablezca, es el gobierno de Cuyo”[8]. El
“Plan Continental” se haya definido y en marcha.
Si esta carta refleja verdaderamente el pensamiento de San Martín[9],
es probable que sea también la expresión clara de las conclusiones a las que
arribaron junto a Güemes luego de su expedición por el territorio salteño. Sabemos
que Güemes se hallaba junto a San Martín en Tucumán el mismo día 22 de abril en
el que está fechada la carta a Rodríguez Peña, ya que en esa misma fecha ambos firman
un documento de manera conjunta[10]. Esto
nos permite suponer que la presencia de Güemes en Tucumán no sería ajena al
contenido de dicha carta, donde queda tan claramente expresado el contenido del
“Plan Continental”.
El día 25 San Martín informa al Directorio que “el comandante Güemes fue llamado por mí, para recibir instrucciones. Le
he dado el comando general de todas las avanzadas. El 22 de éste (abril) regresó a su destino llevando alguna tropa,
oficiales, y auxilios para las avanzadas de su cargo”[11].
San Martín confirma al salteño como Comandante General al mando de todas las
fuerzas de avanzada, dejándolo así definitivamente a cargo
de la “guerra gaucha” en el territorio
salto-jujeño.
También sabemos que San Martín enfermó gravemente el día 25 de abril,
lo que finalmente lo llevó a retirarse de Tucumán el día 27, para más tarde dejar
definitivamente el cargo de general en Jefe del Ejército del Norte, y solicitar
su nombramiento como Gobernador de Cuyo. Vistas estas circunstancias, y más
allá de la comprobada veracidad de su mal estado de salud, es válido preguntarnos
si esta situación fue utilizada por San Martín como una estrategia en función
de realizar su “Plan Continental”. De ser así, contamos con elementos
suficientes para sostener que este nuevo rumbo de la Guerra de la Independencia
fue definido por San Martín y Güemes en
su recorrido por tierra salteña rumbo a Orán.
[1] GÜEMES Luis, “Güemes Documentado” Tomo II, pág. 55.
[2] LÓPEZ, Vicente Fidel. Historia de la República Argentina Historia de la revolución argentina desde sus precedentes coloniales hasta el derrocamiento de la tiranía en 1852. Imprenta y Librería de Mayo. Buenos Aires, 1881., t. 6, p. 498, nota 32. Citado por CORNEJO Atilio CORNEJO Atilio. Historia de Güemes. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1936. pág. 117.
[3] Algunos historiadores sostienen que no se trataría de “Orán”, sino de “Metán”, interpretando que existió una confusión en el dato aportado por Necochea, debido a la similitud entre ambos nombres. De hecho el dato es bastante impreciso, porque la ciudad de Salta se hallaba en esos días como se dijo, ocupada por fuerzas realistas.
[4] GÜEMES Luis, op.cit. pág. 55.
[5] Probablemente a partir de una propuesta a San Martín de Manuel Dorrego: “Será en 1814, en el transcurso de la segunda ocupación realista, que la estrategia de la guerra de montaña o ‘guerrilla’ se implementará en el territorio salteño por iniciativa y consejo de Manuel Dorrego, en esos momentos oficial del Ejército Auxiliar. Sostenía Dorrego la inutilidad y riesgo que significaría avanzar el Ejército Auxiliar en territorio salteño. Por el contrario consideraba más útil organizar con unos pocos milicianos a los paisanos de la campaña salteña y sorprender a las partidas realistas que se desplazaban en búsqueda de ganado y bastimentos. De esta manera propuso una estrategia similar a la que estaban llevando a cabo las guerrillas en el Alto Perú”. MATA Sara Emilia, Conflicto y violencia en tiempos de crisis. Salta (Argentina) en las primeras décadas del siglo XIX Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales. México. núm. 90, septiembre-diciembre 2014, pág. 236.
[6] GÜEMES Luis, op.cit. pág. 58.
[7] GÜEMES Luis, op.cit. pág. 59.
[8] Documentos para la historia integral argentina III, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1981.
[9] Algunos historiadores la consideran apócrifa, entre ellos el mismo Luis Güemes.
[10] GÜEMES Luis, op.cit. pág. 60.
[11] GÜEMES Luis, op.cit. pág. 60.
La carta de San Martín a Nicolás Rodriguez Peña, es apócrifa, no existe, fue escrita por trasunto de familia por Vicente Fiel López. El verdadero Plan Sanmartiniano no nace de ella, ni del Plan Maitland, si del Informe de Tomas Guido al Congreso de Tucumán, y de la designación de Güemes como General en Jefe del Ejército de Observación sobre el Perú, dada por San Martín, con reunión de oficiales en Rancagua, en el año 1820. Allí, comenzaba el abrazo de pinzas sobre Lima y Cuzco, del Ejército de los Andes, y del Ejército de Milicias Gauchas. Güemes después de cumplir el Plan defensivo, en 1817, y 1820, que permitió el cruce de los Andes, y la Libertad de Chile, y que pudieran embarcarse en Valparaiso, hacia Lima. debía pasar a la ofensiva sobre el Alto Perú. Hecho que no sucedió por el complot regional contra su vida, y su acción sanmartinianan.
ResponderEliminarGracias Martín como siempre su aporte muy útil... (coloqué en las notas que para algunos historiadores la carta es apócrifa)
Eliminar“Será en 1814, en el transcurso de la segunda ocupación realista, que la estrategia de la guerra de montaña o ‘guerrilla’ se implementará en el territorio salteño por iniciativa y consejo de Manuel Dorrego, en esos momentos oficial del Ejército Auxiliar. Sostenía Dorrego la inutilidad y riesgo que significaría avanzar el Ejército Auxiliar en territorio salteño. Por el contrario consideraba más útil organizar con unos pocos milicianos a los paisanos de la campaña salteña y sorprender a las partidas realistas que se desplazaban en búsqueda de ganado y bastimentos. De esta manera propuso una estrategia similar a la que estaban llevando a cabo las guerrillas en el Alto Perú”. Este informe de Dorrego, se refiere a la linea de Guachipas, donde era Comandante, no es un informe sobre la defensa total; caso contrario, no habría sido designado por San Martín Jefe de la Vanguardia del Ejército del Norte, tal como ocurrió con Güemes?
ResponderEliminarLa originalidad de la táctica guerrera de Güemes, nace de su talento militar, y de su experiencia. Tanto en la Defensa y Reconquista de Buenos Aires (1806/1807), como en su acción en Humahuaca, en 1810, como en Cotagaita y Suipacha (Octubre y Noviembre de 1810), también del Plan defensivo que implementó en Tarija (1811), como en la protección de Pueyrredón con los caudales de Potosí, en todas estas acciones, Güemes fue el primero que valorizó las fuerzas de caballería gaucha, y las condujo a la victoria, desde 1814 hasta su muerte. Además, quien imprimió a la Guerra de Montaña, de Recursos, de Guerrillas, un salto cualitativo en la organización militar, basta como ejemplo: la creación del Regimiento Infernales, la aplicación del Fuero de Milicias de Sobremonte, la táctica de corsarios terrestres en la invasión de Ramirez y Canterac.
ResponderEliminarMuy buena información que nos pone al dia sobre los pormenores de ésta defensa patriotica.
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